Por una pesca responsable en México

Pulpo, jaiba, mojarra, tilapia, huachinango, sardina, salmón, atún, almeja, camarón, ostión, son sólo unas cuantas de las miles y miles de especies marinas que habitan las aguas de los más de 11000 kilómetros de costa que rodean nuestro país, y que nos fascinan en cualquiera de sus preparaciones: a la plancha, en ceviche, en coctel, al mojo de ajo, en tacos y tostadas, entre muchas otras.

Imagen de Richard Revel en Pixabay

Pescados y mariscos son alimentos de primer orden en la dieta de mexicanas y mexicanos; diversas fuentes, como la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) o el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca) señalan que en México, el consumo por persona de estos productos es de entre 13 y 14 kilos, y es que además de sus cualidades culinarias tienen propiedades muy benéficas para el organismo, tal como muestra el siguiente listado elaborado con información de Comepesca:[1]

  • El pescado es un alimento de bajo o moderado valor calórico, ricos en proteínas y minerales
  • Las proteínas presentes en los pescados y mariscos contienen todos los aminoácidos esenciales en las proporciones que el organismo necesita
  • La grasa del pescado es rica en ácidos grasos esenciales
  • El pescado contiene ácidos grasos Omega – 3, beneficiosos para la salud
  • El pescado aporta vitaminas del grupo B y el graso o azul aporta además, una importante cantidad de vitaminas como la A, la D y la E
  • El pescado es rico en minerales, contiene yodo, calcio, fósforo y selenio
  • El consumo de estos alimentos fortalece el sistema inmunológico
  • Son alimentos de fácil digestión

Es cierto que en México y en muchas otras partes del mundo el consumo de pescados y mariscos va en aumento, pero también es cierto que al incrementarse la demanda, crecen las amenazas que acechan a los océanos. Uno de los principales peligros para los ecosistemas marinos es la pesca industrial descontrolada, pero ¿de qué forma los afecta? 

Según el artículo “¿Cómo afecta la pesca industrial al planeta?:”[2]:

La vida en nuestros océanos está amenazada por muchos factores, uno de los más significativos es la pesca industrial, que cae en prácticas de sobrepesca, contamina el agua y acaba con las especies, por ejemplo, mediante la captura incidental de especies amenazadas, como tiburones y mantarrayas. La pesca industrial daña importantes ecosistemas marinos y amenaza la soberanía alimentaria de las poblaciones costeras.

Jocelyn Soto

Lo que esto significa es que para la pesca industrial o a gran escala[3] se utilizan técnicas que no cuidan los ecosistemas y muchas veces los destruyen, como es el caso de los bancos de coral, la contaminación de las aguas con los combustibles de los barcos, en muchas ocasiones esto se debe a las ansias de aumentar las ganancias económicas sin importar el costo ambiental.

Tanto es así que que esta industria no se hace cargo de la contaminación que provocan, destruyen los ecosistemas y ponen en peligro de desaparición a muchas especies, como es el caso actual de la totoaba o el emblemático ejemplo de la vaquita marina, pues no se respetan los periodos de veda naturales e incluso se habla de pesca ilegal que viola las normas de sustentabilidad.

Sin embargo, frente a estas problemáticas existen muchas iniciativas de pesca artesanal y responsable que cuida los ecosistemas, promueve la pesca local y genera bancos de especies protegidas o zonas de refugio, en las que se monitorea y se protege a las especies, logrando en muchos casos que aumente tanto el volumen como el tamaño de los peces.  

En Baja California Sur existen algunas de estas iniciativas, un ejemplo de éxito es el de una comunidad de pescadores locales que, junto con la asociaición civil Niparajá, han generado un sistema de refugios pesqueros. Acá, en esta liga podrán ver el reportaje del caso Niparajá: 

Escrito por: Juan Buendía, comunicólogo.


Referencias:

[1] https://comepesca.com/

[2] Jocelyn Soto, (2021) ¿Cómo afecta la pesca industrial al planeta?, en https://www.greenpeace.org/mexico/blog/10633/como-afecta-la-pesca-industrial-al-planeta/

[3] Según este mismo artículo, Más del 55% de la superficie oceánica está cubierta por la pesca industrial.